domingo, 23 de junio de 2013

DUDA METÓDICA

Por: Octavio Díaz G.L.

Primera hipótesis:

Alguien allá

                  mueve las piezas:

decide

el lugar exacto de la caída

el instante preciso del golpe

el encuentro en el lugar justo

la cita sin falta de los cuerpos;

aún la circunstancia

que parece fortuita

                            no  es tal.

Alguien allá

                  mueve las piezas.


Y entonces es ilusoria la libertad

Y entonces no soy dueño de mi mismo

Y entonces  nada  tiene sentido

Porque no sé

Al mover con precisión cada grano de arena

Qué pretende Aquél

Que puede todo lo que quiere.



Segunda hipótesis:


El más allá es un vacío

las piezas deambulan obedeciendo a fuerzas extrañas

el todo responde a la nada

la nube de partículas se entrelazan al azar

crean maravillas

sin  principio ni fin.

¿Quién nos asegura que el Big Bang no es más que la continuación del colapso?

¿Quién nos asegura que la entropía disgregará finalmente al universo?

Y en este cúmulo de dudas

nos encontramos viéndonos en el espejo

asombrados de todo y de nada:

del mayor accidente, la vida.


Deslumbrado,

tampoco sé que significa esto.



Tercera hipótesis:

Abrumado

por la falta de certezas


No me queda más que observar

al colibrí que chupa néctar en el arbusto

al perro que mira sin saber si piensa

al crepúsculo,  al amanecer.


No me queda sino aprender

a ver lo que tengo  enfrente

y dejar confundida a la razón.


No me queda sino  asirme

al instante escurridizo

aunque no sé qué pueda

significar el instante:

sólo sé  que es lo único mío.

Aferrarme a él desesperadamente

para dejar huella en él

o para que deje huella en mí.


Porque al final

todo se ha de borrar irremediablemente

el instante y todo

dejarán de existir conmigo

y no habrá hipótesis que valga:


sólo la certeza de que ya no soy.






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