Por: Octavio Díaz G.L.
Si lo tienes todo:
Una casa donde te refugias de la lluvia
Una alacena a donde acudes por sustento
Un transporte para moverte en el absurdo
Una ropa para cubrirte de miradas ajenas.
Los libros se acumulan en tus estantes
Los vinos se añejan en la cava.
Tienes lecho donde reposar tu cuerpo,
y a veces, generoso,
algunas monedas para dar limosna.
Alguien te abraza por las noches
Tus hijos te dejan sus inquietudes
Guardas la memoria de padres y hermanos
y los amigos te felicitan en aniversarios.
Si lo tienes todo
¿Qué te puedo regalar?
Regálame tus ojos:
Tu mirada atenta para leer en el fondo del alma.
Regálame tus oídos:
Guarda mis palabras para siempre en tu memoria.
Regálame tu nariz:
Con los aromas de mi cuerpo que se adhieran al tuyo.
Regálame tus manos:
Déjame tus caricias como sensaciones de ternura.
Regálame tu lengua:
Acumula los sabores recónditos de partes íntimas.
Regálame un instante y todo lo anterior:
Eso basta.